martes, 20 de diciembre de 2016


Las mujeres que están salvando el bosque más importante del sur de la Tierra
Por Regina Mendoza diciembre 20, 2016@reg_cucurumbe

El parque natural Karukinka está en los confines del mundo, en la Isla Grande de Tierra del Fuego, Chile, uno de los bosques andino-patagónicos más importantes del planeta, una de las últimas reservas vírgenes que han sobrevivido a la destrucción humana.

Es definida por los patagónicos como una zona de difícil acceso, 300 mil hectáreas de bosque que lo hacen un destino muy popular para los amantes del turismo outdoor: bosques de lengas, montañas eternamente nevadas y humedales con flora y fauna endémicas.

El sitio web Patagona Futura explica que el parque pertenece a Wildlife Conservation Society (WCS), no gubernamental encargada de proteger la biodiversidad de zonas naturales en todo el mundo y concientizando a la población sobre la importancia de la conservación.

*Fuente: Golman Sachs
En Karukinka la conservación está liderada por un grupo de mujeres, que juntas están salvando uno de los mayores bosques del hemisferio sur de la Tierra. La ecóloga Bárbara Saavedra, directora de WCS en Chile y la máxima terrateniente, dueña de casi todas las hectáreas de la “parcela privada” más grande de la península de Tierra del Fuego.

En el 2004 –según revela El País– el banco de Wall Street cedió todo el terreno a la WCS: la mayor “cesión de tierra privada” con fines de conservación de naturaleza en todo el mundo. Ese tipo de concesiones se han expandido en todo el territorio chileno, donde cada vez es más frecuente que las reservas naturales pasen a manos de “mecenas extranjeros”.

Para el diario español, reveló que ese parque “es uno de los últimos ecosistemas intactos que quedan en el planeta” y precisamente como se encamina a ya no serlo nunca más, se ha vuelto imperativo cuidarlo.

Otra de las mujeres al mando, Melissa Carmody, coordinadora del parque, explicó que Chile es uno de los países que menos está invirtiendo en la conservación de biodiversidad. Es un gran reto, pues ni siquiera cuentan con una carretera ni vehículos oficiales para recorrer y monitorear los bosques.

Aunque debería estar destinado a la conservación –explica Carmody– también está abierto a todo el público, cuenta con “decenas de kilómetros de rutas” para hacer senderismo y bicicleta de montaña pero apenas logra llamar la atención de pocos cientos de visitantes cada año y muchos de ellos son científicos y no turistas. 

Otra mujer a cargo, Daniela Droguett, directora de WCS en la provincia de Magallanes, asegura que la mayoría de los fondos son adquiridos “por postulación a ayudas del extranjero o pequeñas donaciones”.

*Fuente: Rumbos Digital
Estas mujeres continúan sumando esfuerzos para proteger una zona que además de su importancia ecológica también aloja a especies en peligro y endémicas. Sus labores son poco conocidas, a pesar de que gracias a ellas sobrevive uno de los bosques más importantes, en el fin del mundo.

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