domingo, 25 de junio de 2017



MANO A MANO: Con Ana María Fiorentín, la Master Chef canaria, tras su salida del programa
Hoy Canelones
Entró una enfermera jubilada y salió una cocinera profesional
Me está esperando con un café en la mesa de su casa, especial para la jornada en la que comienza el invierno. Los días que pasaron esta semana han sido más que intensos para Ana María Fiorentín, ya que el lunes tuvo que abandonar el programa ‘MasterChef Uruguay’, que busca al mejor cocinero del país.
Ana María tiene 65 años, se jubiló de enfermera y siempre tuvo pasión por cocinar, aunque nunca imaginó participar de un programa del estilo de ‘MasterChef’. En la ciudad de Canelones es muy querida y ahora es conocida en todo Uruguay. El pasado lunes anunciaron que Ana María sería la eliminada del programa, pero ella ante todo se muestra agradecida, radiante y emocionada.
En su mesa hay una bufanda que le está tejiendo a su nieto de siete meses, fotos de sus cuatro hijos, en los estantes libros de cocina y la cuchara de madera que le entregaron en ‘MasterChef’ cuando ingresó al programa.
Sorpresa
Inevitablemente, Ana María recuerda los comienzos, cuando su hija empezó a insistirle para que se anotara en el programa. “La que me impulsó fue mi hija Gimena. Yo le decía que es algo para gente joven, hasta que me insistió mucho y me pidió que leyera bien los requisitos. Eso habrá sido a las ocho de la noche, así que después de pensarlo mil veces, me anoté a las 03.30 de la mañana. En un momento me pregunté: ‘¿Por qué no? Si ya no tengo un horario laboral y no tengo ningún impedimento’”, cuenta.
Competencias y desafíos
“La competencia siempre fue muy dura, desde el primer día. Me acuerdo que lo primero que nos mostraron fue una camioneta llena de cebollas. No sabíamos qué hacer con ellas. Nos mirábamos, perdidos, entre todos. ¿Qué podemos hacer con las cebollas? No tenía ni la más pálida idea. Cuando nos dijeron que todo cocinero tiene que pelar una cebolla, pensé: ‘Bueno vamos a llorar un poco’. Y ahí empezó todo”, comenta.
En el desafío de las cebollas, Ana María tuvo un percance: “Cuando apenas agarré la cuchilla, muy filosa y nuevita, me corté. No dije nada porque me dio una vergüenza horrible. Pero, como enfermera que soy, hice presión en el mango de la cuchilla y dejó de sangrar. No quería que nadie se diera cuenta y pasé vergüenza, pero reconozco que son los gajes del oficio”, expresa.
Destacada
Uno de los platos destacados de Ana María fue la tarteleta de dulce de leche. En el primer programa quedó en la prueba de eliminación, que era hacer algo con dulce de leche. “Es tanto lo que se puede hacer con dulce, que no sabía por dónde empezar. Pero en 60 minutos ya tenés que pensar en las limitantes. A mis hijos les gusta mucho una tarta de dulce de leche con coco, que se puede comer fría o tibia. A veces no quedan, pero yo estoy acostumbrada a hacerla y no me iba a arriesgar a hacer algo distinto. Y la verdad es que hice una tartaleta que quedó riquísima”, dice. De hecho, las palabras de Sergio Puglia en ese desafío fueron “equilibradas, inteligentes con un sabor excepcional, textura magnífica” y pidió un aplauso a los presentes. Luego, visitó al chef Tomás Barthesaghi para compartir la receta de la tarteleta con el público.
“Para toda la vida”
Los aprendizajes que Ana María se lleva del programa son varios. “Aprendí de cada consejo, de cada juez, de los chef. El Crandon nos dio tres clases hermosas de cuatro horas cada una, con todos los tips que debíamos tener, que sirven para toda la vida. Ayer me preguntaban si había cambiado en algo mi forma de cocinar y respondí que seguro que sí, porque yo antes no había salido de estas cuatro paredes a cocinar”, explica. Antes de participar del programa, Ana María acostumbraba a cocinar para familiares, en particular para sus hijos. En ‘MasterChef’ la desafiaron a cocinar para muchas personas. “Me hicieron ver muchas veces que yo no estaba cocinando para la familia, sino que tenía que esforzarme por hacer cosas diferentes a las que cocino habitualmente, lo que me costó mucho”, señala.
Ana María define a la repostería como su debilidad. “Me encanta, pero no es mi fuerte. Yo soy autodidacta, voy aprendiendo en la marcha”, al tiempo que comenta que su hijo Juan Pablo tiene un emprendimiento de gastronomía y ella lo ayuda cuando lo necesita.
También destaca la convivencia con sus compañeros. “Fue algo impresionante, divino. Son todos amorosos”, dice. Del mismo modo, adelanta que están en contacto para definir qué van a hacer cuando termine el programa. “Estamos buscando una manera de devolver a la sociedad uruguaya todo lo que nos dio, porque realmente tuvimos un apoyo increíble”, expresa.
Agrega que “no te puedo decir con palabras el agradecimiento que tengo. He recibido tantos mensajes, tanta buena onda de tanta gente que no conozco. Ayer, iba caminando por 18 de Julio y de los autos me gritaban ‘¡Ahí viene Ana María!’, o desde las vidrieras por donde pasaba. Algo que nunca pensé, realmente. Mis hijos están enloquecidos, mis hermanos me siguen desde Buenos Aires y Tenerife. También tengo una nieta postiza que se llama Luana y está muy feliz”.
Triste y emocionante despedida
Sobre el último programa, Ana María cuenta que “me di cuenta que me eliminarían cuando pasó Laurent por mi lugar. Yo estaba chocha de la vida con el pollo, con crema, papas y estragón. Estaba riquísimo. Tenía una cremita que le pensaba poner por arriba y cuando Laurent me dijo que la cremita estaba cortada, me pegué un susto y me quedé con eso. Lo que yo no sabía es que esa cremita se pone así porque está pasada de cocción, no es que estuviera cortada por estar fea. Y eso tiene una solución: ponerle dos cucharadas de agua y volverla a mezclar”.
Sergio Puglia, en el momento que anunció su eliminación, notoriamente emocionado, le dijo a Ana María: “Sos una batalladora excepcional, estuviste en las 12 pruebas de eliminación. Tu idoneidad, tu creatividad, tu capacidad de competencia, te llevaron a sobrevivirlas y a llegar a este momento de la competencia. Llegó una enfermera jubilada y de acá se va una cocinera profesional”.
Ana María se despidió en esta entrevista dejando un mensaje a la gente de su pueblo: “A Canelones quiero expresar total agradecimiento por todo el apoyo que recibí. Una, que no está acostumbrada a estas cosas y siente que todo el mundo te apoya, es fantástico recibir esa respuesta que yo nunca esperé. Dejo un agradecimiento infinito”.

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